Bodegas Habla es el resultado del sueño de dos emprendedores que querían conseguir unos vinos exclusivos, excepcionales y de lujo. Tras analizar palmo a palmo diversas regiones de España, se determinó que una finca trujillana era la que reunía las características ideales para hacer un vino de alta calidad y baja producción: tierra ácida, de escasa humedad y con grandes contrastes de temperatura entre el día y la noche, un microclima específico para conseguir la mayor expresividad de cada una de las variedades plantadas, fueron otros de los factores claves para que, a partir de 1999, Bodegas Habla se asentara en esta zona.
Esta bodega trabaja con dos premisas: calidad excelente en cada uno de los procesos de elaboración y originalidad en la concepción de su marca, su diseño y su comercialización.